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domingo, 26 de abril de 2009

Tú controlas tus puntos fijos emocionales - 'Pide y se te dará'



12 Tú controlas tus puntos fijos emocionales

Por regla general las personas no se creen capaces de controlar lo que piensan. Observan las cosas que ocurren a su alrededor y las analizan, pero por lo general creen que no poseen ningún control sobre lo que se formula dentro de ellos. Se pasan la vida clasificando los acontecimientos bajo los rótulos de bueno o malo, deseado e indeseado, justo o injusto, pero rara vez comprenden que tienen la capacidad de controlar su relación personal con estos acontecimientos.

Es imposible controlar condiciones que han creado otros

Puesto que muchas personas aprueban algunas de las condiciones que otros han creado pero desaprueban otras, se plantean la misión imposible de tratar de controlar las condiciones. A través de la fuerza o el poder personal, o de reunir a la gente en grupos para adquirir más poder o control, tratan de preservar su propio Bienestar afanándose en asumir el control sobre cualesquiera circunstancias que crean que representan una amenaza para ellos. Pero en este Universo basado en atracción en el que no existe la exclusión, cuanto más se esfuerza uno en rechazar cosas indeseadas, más cosas indeseadas atrae a su experiencia. Y cuantas más cosas indeseadas se manifiestan en su experiencia, más se reafirma uno en su creencia («convenciéndose» a sí mismo) de que tenía razón al considerar perniciosas e invasivas esas cosas indeseadas. Dicho de otro modo, cuanto más defiendas tus creencias, más te ayuda la Ley de Atracción a mantenerlas.

«¿Pero qué "verdad" es la auténtica VERDAD?»

Sí prestas la suficiente atención a algo, la esencia de aquello en lo que has pensado acaba convirtiéndose en una manifestación física. Y cuando otros observan esa manifestación física, contribuyen, a través de la atención que le prestan, a que se expanda. Y al cabo del tiempo, esta manifestación, tanto si es deseada como si no, se denomina «Verdad».

Deseamos que comprendas que tienes absoluta libertad para elegir las «verdades» que creas en tu experiencia. Cuando entiendas que la única razón de que alguien experimente algo reside en la atención que presta al tema, comprenderás fácilmente que la «verdad» existe sólo porque alguien le ha prestado atención. Así, cuando dices «debo prestar atención a eso, porque es verdad», es como si dijeras «otros han prestado atención a algo que no deseaban y en función de la atención que le han prestado han hecho que eso fluyera hacia su experiencia. Y puesto que ellos han atraído algo que no deseaban a su experiencia, yo también debo hacerlo».

Existen muchas cosas maravillosas que conviertes en tus verdades, y muchas otras no tan maravillosas que conviertes en tus verdades. La Creación Deliberada consiste en elegir deliberadamente las experiencias que constituyen tus verdades.

Tus pensamientos inciden en tu punto de atracción

Cuando los pensamientos que has activado son más generales que específicos, las primeras vibraciones son aún muy insignificantes y no poseen un gran poder de atracción, por así decirlo. Por consiguiente, en esos primeros estadios no es fácil que veas pruebas manifiestas de la atención que prestas al tema. Pero aunque no veas aún esas pruebas no significa que no se produzca la atracción de otros pensamientos que coinciden con los tuyos.

Dicho de otro modo, tu pensamiento se hace más intenso, su poder de atracción es más potente y las vibraciones de otros pensamientos similares se unen a él. Y a medida que tu pensamiento adquiere más fuerza, comprendes a través de tus indicadores emocionales el grado en que esta creciente vibración de pensamiento coincide con la Energía de tu Fuente. Si coincide con quien eres, tus emociones de bienestar te lo indican. Si no coincide con quien eres, tus emociones de malestar te lo indican.

Por ejemplo, es posible que cuando eras pequeño tu abuela te dijera: «Eres un niño maravilloso. Te quiero mucho. Gozarás de una vida feliz y satisfactoria. Tienes muchas dotes, y el mundo se beneficiará de tu presencia». Esas palabras te producían una sensación grata porque se correspondían en un sentido vibratorio con lo que anidaba en tu interior. Pero cuando alguien te dice: «Eres malo. Deberías avergonzarte de ti mismo. Me has disgustado. Eres un desastre», esas palabras te producen un profundo malestar porque la atención que les has prestado ha hecho que te conviertas en algo distinto en sentido vibratorio a lo que realmente eres y lo que sabes.

La forma en que te sientes es una indicación clara y precisa de tu alineación, o falta de alineación, con tu Fuente de Energía. En resumen, tus emociones te indican si «permites»o te resistes a tu conexión con la Fuente.

Los estados de ánimo como indicadores
de tus puntos fijos emocionales

Cuando persistes en centrarte en un determinado pensamiento te resulta cada vez más fácil seguir centrándote en él porque la Ley de Atracción te facilita otros pensamientos similares. De este modo desarrollas, desde el punto de vista emocional, un estado de ánimo o una actitud. Desde el punto de vista vibratorio, adquieres, por así decirlo, un talante vibratorio habitual o fijo.

Tu estado de ánimo es una fiel representación de lo que atraes hacia tu experiencia. Tu estado de ánimo, o un sentimiento generalizado sobre determinado tema, constituye una clara indicación de la vibración que has practicado. Dicho de otro modo, cada vez que activas en ti un tema en virtud de tus experiencias en tu medio, tu vibración se sitúa de inmediato en su frecuencia habitual o punto fijo.

Por ejemplo, digamos que cuando eras niño tus padres experimentaron graves dificultades económicas. Por consiguiente, en tu casa hablaban con frecuencia de la falta de dinero y la incapacidad de adquirir lo que deseaban, lo cual iba acompañado por las correspondientes emociones de preocupación y temor. A menudo, en respuesta a tus peticiones, te decían que «el dinero no crece en los árboles», y que «el mero hecho de desearlo no significa que lo consigas», y que «tú, al igual que el resto de la familia, debes conformarte con lo que tienes. No hay vuelta de hoja...» Debido a los años en que prestaste atención a esos pensamientos de «falta de dinero», tu pensamiento habitual sobre el dinero —tu Punto Fijo Emocional— se convirtió en un pensamiento de escasas expectativas de éxito financiero. Así, cada vez que pensabas en el dinero o la riqueza, caías de inmediato en un talante o una actitud de frustración, preocupación o ira.

O quizá cuando eras niño la madre de un amigo tuyo se mató en un accidente de tráfico y tu estrecha relación con alguien que padecía un trauma infantil tan grave hizo que creciera en ti el temor por el Bienestar de tus padres. Cuando partían de viaje en coche, te invadía el pánico hasta que regresaban. Así, poco a poco, desarrollaste la costumbre de preocuparte por el Bienestar de las personas a las que querías. Tu Punto Fijo Emocional es la inseguridad.

O quizá cuando eras adolescente tu abuela murió de un ataque al corazón. Y durante los años que siguieron a su muerte oíste con frecuencia a tu madre expresar su inquietud sobre las elevadas posibilidades de que le ocurriera lo mismo a ella o a sus hijos (¡incluso a ti!). Prácticamente cada vez que hablabais de tu abuela, su inesperada muerte se convertía en una parte emocional de la conversación que generaba temor. Aunque tu cuerpo era saludable y te sentías físicamente bien, en tu fuero interno latía la preocupación por tu vulnerabilidad física. Así, al cabo del tiempo, adquiriste un Punto Fijo Emocional basado en la vulnerabilidad física.

Tú puedes cambiar tus puntos fijos emocionales

Del mismo modo que tus estados emocionales dominantes pueden pasar de una sensación de bienestar y seguridad a otra de malestar o inseguridad, tus puntos fijos pueden pasar de no sentirte bien a sentirte bien, pues adquieres un Punto Fijo Emocional simplemente prestando atención a un determinado tema, y a través de tu pensamiento practicado.

No obstante, la mayoría de las personas no elaboran deliberadamente pensamientos, sino que dejan que sus pensamientos graviten hacia lo que ocurre en torno a ellas. Ocurre algo. Lo observan. Se produce en ellas una respuesta emocional a lo que observan. Y dado que la mayoría de las veces se sienten impotentes para controlar lo que observan, llegan a la conclusión de que no tienen ningún control sobre su respuesta emocional a lo que observan.

Queremos que comprendas que ejerces un control absoluto sobre tus puntos fijos. Y queremos que comprendas la extraordinaria utilidad de que adquieras deliberadamente tus puntos fijos. Porque de este modo, cuando esperes algo, lo conseguirás. Es posible que los pormenores sean distintos de lo que imaginabas, pero la esencia vibratoria siempre coincidirá exactamente con la tuya.

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