Tratar de coartar la libertad de otro te cuesta siempre tu propia libertad - 'Pide y se te dará'
20 Tratar de coartar la libertad de otro te cuesta siempre tu propia libertad
Sí, cuando pides algo siempre se te concede, pero es preciso que alcances una armonía vibratoria con lo que pides antes de poder atraerlo hacia tu experiencia. Si muchas personas no recuerdan o no creen que todas sus peticiones serán atendidas es porque no son conscientes de lo que hacen desde el punto de vista vibratorio. No llevan a cabo una conexión consciente entre sus pensamientos, las sensaciones que esos pensamientos suscitan y las manifestaciones que se producen. Y sin esa conexión consciente, no puedes saber dónde te hallas con respecto a lo que deseas.
Cuando sabes que deseas algo y te das cuenta de que no lo tienes, das por supuesto que algo ajeno a ti te impide alcanzarlo, pero no es así. Lo único que te impide alcanzar lo que deseas es que tus pensamientos habituales son distintos de lo que deseas.
Cuando seas consciente del poder de tus pensamientos y de tu capacidad para permitir que lo que deseas fluya hacia tu experiencia, asumirás el control creativo de tu experiencia. Pero si te centras predominantemente en los resultados de los pensamientos que tienes en lugar de sentirlo que piensas, es fácil que extravíes el camino.
Toda «realidad» existe porque alguien
se ha concentrado en ella
En ocasiones la gente nos dice: «Pero, Abraham, yo te cuento las cosas como son. Me limito a afrontar la realidad de la situación». Y nosotros respondemos que aprendiste a afrontar la realidad antes de saber que estabas creándola... No afrontas la realidad a menos que exista una realidad que desees crear, pues toda «realidad» existe porque alguien se concentra en ella.
A veces nos dicen: «Pero esto es una realidad, y por tanto merece que le preste atención». Y nosotros decimos que tú creas aquello a lo que prestas atención... tu Verdad. Por consiguiente, conviene que te centres ante todo en cómo te sientes al tiempo que prestas escasa atención a las manifestaciones que se van produciendo, pues en la medida en que te concentras principalmente en las cosas tal corno son, entorpeces la expansión de lo que existe.
Todas esas estadísticas sobre tus experiencias y las experiencias de los demás se refieren única y exclusivamente a la forma en que alguien ha emitido una corriente de Energía. No se refieren a una realidad presente pura y dura.
En tu sociedad actual, hay muchas personas que se dedican a recabar estadísticas sobre la experiencia humana. Se pasan la vida comparando experiencias y catalogándolas de apropiadas o inapropiadas, acertadas o erróneas. Sopesan los pros y los contras, las ventajas y desventajas de un tema tras otro, pero rara vez se percatan de que las vibraciones que emiten no les sirven de nada. No son conscientes de su propio poder porque emiten su energía en sentidos opuestos. Sus vidas se reducen a etiquetar la conducta y las experiencias de aquellos con quienes comparten su planeta en lugar de dedicarse a crear.
Por tanto, el hecho de pensar que su felicidad o su Bienestar dependen de la conducta de otros las coloca en una situación muy incómoda. Afirman que ciertas personas, conductas y creencias son inapropiadas, las rechazan categóricamente, sin percatarse de que incluyen en su experiencia la vibración de aquello que no desean. Así, sin comprender cómo esas cosas indeseadas han fluido hacia su experiencia, se convierten en personas extremadamente recelosas y temerosas.
Lo no deseado no fluye hacia tu experiencia
de forma espontánea
Es imposible liberarte del temor de experimentar algo indeseado tratando de controlar la conducta o los deseos de los demás. Sólo puedes alcanzar tu libertad ajustando tu punto de atracción vibratorio.
Sin conocer la Ley de Atracción y sin ser consciente de lo que haces con tu punto de atracción vibratorio, es comprensible que trates de controlar las circunstancias que te rodean. Pero no puedes controlar las múltiples circunstancias que te rodean. Ahora bien, cuando conozcas la Ley de Atracción y seas consciente de la sensación que te producen tus pensamientos, no volverás a temer que algo indeseado aparezca en tu experiencia. Entenderás que lo indeseado no fluye hacia tu experiencia de forma espontánea. Puesto que no existe una aseveración en este Universo basado en la atracción, si no alcanzas una armonía vibratoria con él, éste no puede corresponderse contigo; y a menos que alcances una armonía vibratoria con él, éste no se corresponderá contigo.
Incluso los más pequeños de entre vosotros, vuestros bebés, emiten vibraciones a las que el Universo responde. Y, al igual que vosotros, vuestros bebés están influidos por las vibraciones de quienes les rodean, lo cual no obsta para que creen su propia realidad. Al igual que vosotros, no emprendieron la creación de su vida al encarnarse en este cuerpo, sino, que pusieron en marcha esta experiencia vital que viven en estos momentos mucho antes de su nacimiento físico.
El argumento más contundente que oímos de nuestros amigos físicos que desean comprender su relación con lo No Físico y el porqué están aquí, viviendo y creando, es: «¿Pero cómo es posible que este bebé que apenas ha aprendido nada sobre nuestro mundo físico sea responsable de crear su propia vida?» Nosotros queremos que entendáis que este bebé está perfectamente capacitado para desarrollar su vida en vuestro medio porque, al igual que vosotros, ha nacido dotado de una Guía Emocional que le ayudará a abrirse camino.
Esos bebés, al igual que vosotros, se incorporaron entusiasmados a vuestra realidad tiempo-espacio, con el anhelo de gozar de la oportunidad de tomar continuamente nuevas decisiones y alinearse con la Energía de su Fuente. No os preocupéis por ellos, ni por nadie. El Bienestar está a la orden del día en este Universo, independientemente del punto de vista en el que te halles en estos momentos.
Recuerda que tus emociones te indican todo lo que precisas saber sobre tu conexión con la Fuente de Energía. Te indican cuánta Energía invocas en respuesta al deseo en el que te has centrado, y también te indican si en este momento de pensamiento y emoción estás alineado en sentido vibratorio con tu deseo.
¿Fue debido a la velocidad o al árbol?
Si conduces un vehículo a 150 kilómetros por hora y te estrellas contra un árbol sufres un accidente muy serio. Ahora bien, si te estrellas contra ese árbol mientras conduces tan sólo a 15 kilómetros por hora, el resultado será muy distinto. Considera la velocidad de tu vehículo como el poder de tu deseo. Dicho de otro modo, cuanto más ansias algo o cuanto más tiempo llevas deseando algo, más rápidamente se desplazará la Energía. El árbol, en nuestra analogía, representa la resistencia, o los pensamientos contradictorios, que están presentes.
No es agradable estrellarse contra un árbol y tampoco lo es tener deseos muy potentes rodeados de una gran resistencia. Algunos tratan de remediar el desequilibrio aminorando la velocidad de su vehículo. Es decir, niegan su deseo o tratan de renunciar a él, y en ocasiones consiguen, con gran esfuerzo, desactivar en cierta medida la potencia de su deseo, pero el mejor remedio consiste sin duda en reducir el nivel de resistencia.
Tu deseo es la consecuencia natural del contraste en el que estás inmerso. Todo el Universo existe con el fin de inspirar el siguiente deseo. Por tanto, tratar de evitar tus deseos equivale a moverte en sentido contrario al de las Fuerzas Universales. Y aunque seas capaz de reprimir de vez de cuando un deseo, continuamente nacen en ti otros nuevos, pues te has encarnado en este cuerpo y has venido a este medio lleno de maravillosos contrastes con el claro propósito de concentrar la Energía que crea mundos a través de la poderosa lente de tu perspectiva. Así pues, no existe nada más natural en el Universo que tus continuos deseos.
Detrás de cada deseo se oculta el deseo
de sentirse bien
Cuando alguien desea algo es porque cree que si lo consigue se sentirá mejor. Tanto si se trata de un objeto material, un estado de ánimo físico, una relación, una condición o una circunstancia, en el fondo de cada deseo se oculta la voluntad de sentirse bien. Por consiguiente, el éxito en la vida no se mide por los objetos o el dinero, sino por el cúmulo de dicha que uno siente.
La base de la vida es la libertad y el resultado de la vida es la expansión, pero el propósito de tu vida es la dicha. Por ese motivo el acontecimiento principal nunca es la manifestación, sino cómo te sientes en ese momento. Dicho de otro modo, has venido a este ámbito físico de contraste para definir lo que deseas, para conectar con la Energía que crea mundos y para hacer que ésta fluya hacia los objetos de tu atención, no porque los objetos de tu atención sean importantes, sino porque el acto de hacer que fluya esa Energía es esencial para la vida.
En tu apreciación, no ofreces resistencia
Recuerda que eres una extensión de la Fuente de Energía y que cuando permites que se produzca la conexión con tu Fuente, te sientes bien, y cuando impides que se produzca esa conexión, te sientes menos bien. Eres energía pura y positiva. Eres amor. Esperas que ocurran cosas beneficiosas. Te respetas y te amas. Respetas y amas a los demás y posees una inclinación innata a apreciar las cosas.
La apreciación y la autoestima son los aspectos más importantes que debes cultivar. No existe nada en todo el Universo que armonice más con la Fuente de Energía que las vibraciones que emites cuando aprecias a los demás y a ti mismo.
Cuando te concentras en algo que aprecias, y puesto que la elección de pensamiento en ese momento se asemeja a quien eres en tanto que Fuente de Energía, no existe contradicción alguna en tu Energía. En esos momentos de apreciación, no ofreces resistencia con respecto a quien eres, por lo que tus indicadores emocionales indican amor, alegría y el sentimiento de apreciación. Te sientes magníficamente bien.
Pero si criticas a alguien o hallas algún defecto en ti no te sentirás bien, porque la vibración de ese pensamiento de crítica es muy distinto del de tu Fuente. Dicho de otro modo, puesto que has elegido un pensamiento que no coincide con quien eres, en ese momento sientes una discordancia a través de tus emociones.
Si tu abuela, que te adora y aprecia, te dice que eres maravilloso, el motivo de que esas palabras hagan que te sientas bien es porque así te centras en la forma en que conectas con quien eres. Pero si un profesor o un amigo te reprenden por algún acto que has cometido, te sientes mal porque te han inducido a pensar en algo que no coincide con quien eres.
Tus emociones te indican, en todo momento, si permites que se produzca la conexión con quien eres o no. Cuando permites que se produzca esa conexión, te sientes feliz. Cuando impides que se produzca, te sientes mal.
Debes ser lo suficientemente egoísta para alinearte
con el Bienestar
De vez en cuando surge alguien que nos acusa de enseñar a la gente a ser egoísta. Estamos de acuerdo. Es cierto que enseñamos a la gente a ser egoísta, porque si uno no es lo bastante egoísta para alinearse deliberadamente con la Energía de su Fuente no tiene nada que ofrecer.
Algunos se lamentan: «Si consigo egoístamente lo que deseo, ¿no estaré quitándoselo de manera injusta a los demás?» Esa inquietud se basa en la idea equivocada de que existe una cantidad limitada de abundancia. Algunos se preocupan de que si toman una porción demasiado grande de la tarta, otros se quedarán sin, cuando, en realidad, la tarta se expande en proporción a las peticiones vibratorias de todos vosotros.
No se te ocurriría decir: «Me siento culpable por la abundante salud de la que he gozado, de modo que he decidido pasarme dos años enfermo para permitir que alguien que ha estado enfermo se beneficie de mi cuota de salud». Entiendes que por el hecho de estar sano no privas a nadie de esa misma experiencia.
Algunos temen que una persona egoísta trate de perjudicar a otra intencionadamente, pero es imposible que alguien conectado con la Fuente de Energía desee perjudicar a otra persona, pues esas vibraciones son incompatibles.
Algunos dicen: «He visto una película sobre un asesino en serie y parecía deleitarse con sus crímenes. No mostraba el menor arrepentimiento. Decía que gozaba con lo que hacía». Pero tú no puedes saber con exactitud lo que siente. Experimentas tus emociones en función de la relación entre tu deseo y tu presente estado anímico con respecto al tema, pero no puedes sentir las emociones de ese individuo. Te prometemos solemnemente que nadie que esté conectado con la Fuente de Energía lastimaría jamás a otro. Las personas se comportan de forma agresiva como autodefensa, o porque se sienten desconectadas, pero nunca cuando se hallan conectadas con la Fuente de Energía. Debes comprender que el acto último de egoísmo es conectarte con tu Ser.
Cuando lo haces, te conviertes en una Energía pura y positiva encarnada en este cuerpo físico.
Si todas las personas en tu planeta estuvieran conectadas con su Fuente de Energía no habría crímenes, porque no habría envidias, inseguridad o sentimientos negativos de rivalidad. Si todo el mundo conociera el poder de su propio Ser, nadie trataría de controlar a los demás. Tus sentimientos de inseguridad y de odio se deben al hecho de que no estás conectado con tu Ser. Tu conexión (egoísta) con el Bienestar sólo puede aportarte Bienestar.
Lo que es más importante, queremos que entiendas que no es necesario que todos los demás (ni nadie más) comprendan lo que tú estás aprendiendo en este libro para que vivas una experiencia maravillosa. Cuando comprendas quién eres y procures deliberadamente centrarte en pensamientos que propicien una armonía vibratoria con quien eres, tu mundo se alineará también y el Bienestar aparecerá en todos los ámbitos de tu experiencia.
Si no lo esperas, no permites que se produzca
Recuerda que cada emoción indica la cantidad de Energía que movilizas en función de tu deseo y la cantidad de esa Energía que permites que fluya hacia tu deseo gracias a los pensamientos y las creencias predominantes que mantienes en ese momento con respecto a lo que deseas. Si sientes una emoción intensa, al margen de que sea positiva o negativa, significa que tu deseo es muy potente y que permites que fluya una gran cantidad de Energía hacia tu deseo. Cuando tus emociones intensas te producen malestar —como la depresión, el temor o la ira—, significa que te resistes a tus deseos. Cuando tus emociones intensas te producen bienestar —como la pasión, el entusiasmo o el amor—, significa que no te resistes a tus deseos, de modo que la Energía que invocas a través de tu deseo no encuentra resistencia vibratoria por tu parte y permites que tu deseo fructifique.
Así pues, es obvio que la situación creativa perfecta consiste en desear intensamente algo que crees que es posible. Cuando esa combinación de deseo y creencia está presente en ti, las cosas se desarrollan rápida y fácilmente en tu experiencia. Pero cuando deseas algo que no crees que sea posible, cuando deseas algo que no esperas —si bien un deseo muy potente puede contrarrestar la falta de convicción—, no fructifica con facilidad, pues no permites que fluya hacia tu presente experiencia.
La sensación de deseo puro hace que te sientas bien
Lamentablemente, muchas personas equiparan la incómoda sensación de desear algo que no confían en alcanzar con la sensación de deseo; no reconocen la sensación de deseo puro como la sensación fresca y excitante de expectativa que experimentaban cuando eran jóvenes. La sensación de deseo puro siempre es deliciosa, pues representa las vibraciones que se extienden hacia el futuro invisible y preparan el camino para que la Ley de Atracción lo organice todo a tu favor.
La Creación Deliberada se basa en la importancia de reconocer tus emociones y realizar un esfuerzo consciente para ofrecer pensamientos destinados a producir deliberadamente emociones más placenteras. El Arte de Permitir se basa también en esta premisa.
¿Por qué deseas estar allí?
A veces una persona dice: «No soy feliz en la situación en la que me encuentro. Preferiría encontrarme en una situación en la que mi cuerpo no estuviera enfermo, no estuviera gorda, tuviera más dinero o una relación más satisfactoria».
Y nosotros preguntamos: «¿Por qué deseas estar allí?» Con frecuencia la respuesta es: «Porque no me siento a gusto en la situación en la que me encuentro».
Nosotros les explicamos que conviene aclarar a qué nos referimos con «estar allí» y tratar de «sentir» lo que significa «estar allí». En tanto una persona hable, y sienta, lo que significa «estar aquí», es imposible que llegue «allí».
Si estás acostumbrado a pensar y hablar sobre la situación en la que te hallas, no es fácil cambiar de pronto tus vibraciones y empezar a pensar y sentir algo muy distinto. De hecho, la Ley de Atracción dice que no tienes acceso a pensamientos y sentimientos que estén muy alejados del punto en el que has estado vibrando recientemente, pero con esfuerzo puedes hallar otros pensamientos. Si estás decidido a sentirte mejor, puedes cambiar de tema y encontrar otros pensamientos que te produzcan vibraciones más agradables. Ese cambio en el sentido vibratorio suele ser un proceso paulatino.
El persistente intento de cambiar de registro vibratorio, en claro desafío a la Ley de Atracción, constituye un factor decisivo en la sensación de desánimo que hace que algunos lleguen a la conclusión de que no ejercen ningún control sobre sus experiencias vitales.
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