Aceptar los problemas y no lamentarlos
La vida está llena de problemas, debes aceptarlo así. Muchas veces pensamos: ¡¿Por qué a mí?! O ¡qué cantidad de problemas tengo! ¡Sería tan felíz si no los tuviera!
Todas visiones equivocadas, la felicidad no pasa por tener una vida sin problemas, sino por cómo los enfrentamos y resolvemos. Acepta tus problemas y enfréntalos, sólo así te acercarás a la felicidad.
Trata de no usar tanto la palabra “problema”. Quizás no tienes reales problemas y te estás complicando la vida por cosas muy menores. No vives solo en el mundo, así que no todo puede ser como te gustaría.
Solemos quejarnos porque ganamos poco dinero, o porque estás en un camino lleno de autos que no avanzan, haz de esas situaciones momentos de la vida y no un dolor de cabeza innecesario.
Mientras más problemas enfrentes y superes, más te vas a desarrollar, y en un futuro, todas las cosas “negativas” no te van a afectar tanto. Estas situaciones te hacen crecer. Si quieres vivir, tienes que asumir que tendrás que enfrentar problemas, esa es la gracia de la vida.
No ignores tus problemas, pero tampoco te desesperes en resolverlos todos. Cuando tenemos un problema, hay dos simples opciones: o lo solucionas, o lo ignoras. Sin duda que hay que resolverlos, pero debes jerarquizar. Siempre hay problemas más importantes que otros, es más, esos otros quizás ni siquiera son “problemas”.
Debes buscar los medios para solucionar los problemas que te están aquejando más fuertemente, y los menores, dejarlos para después, una vez que ya tengas solucionados los grandes.
En el momento en que ves las formas de cómo resolver esos problemas, es cuando entra el tema de la felicidad, eres feliz o no, dependiendo de cómo afrontas tus conflictos.
Seguramente te habrás encontrado con gente que frente un problema dice: "No sirvo para solucionar nada", y también con otros que se creen dioses, afirmando que: "Nada es demasiado difícil para mí". Ambas visiones están erróneas y no llegarás a ser felíz optando por una de ellas. Debes tener claro que Algunos problemas podrás resolver y otros, simplemente, no.
Vive solo. Sí, se autónomo. Eso sí, no mal entiendas esta opción, se trata de que a la hora de resolver tus problemas debes saber cómo solucionarlos por ti mismo, sin depender de los demás. Si llevas una vida de dependencia nunca serás feliz, necesitas generar tu mismo los mecanismos para resolver tus propios problemas, de otra forma jamás te podrás superar y generarás una dependencia de los demás, que es un aspecto muy negativo.
Si eres todo lo contrario y piensas que puedes resolver todo y que nada de lo que se te presente es realmente difícil de solucionar, tampoco estás bien. No eres Dios, no puedes solucionarlo todo tan fácilmente y seguir con tu vida sin problemas. Tienes limitaciones, todos las tenemos. Va a llegar un momento en que simplemente no podrás resolver tus problemas, y si estás acostumbrado a pensar que todo lo puedes solucionar, esa situación te golpeará tanto como una persona dependiente de otros.
El camino a la felicidad es ser realista de tus posibilidades y saber reconocer que algunos problemas tienen solución y otros no. Hay que entender que una vida sin problemas no tiene sentido. La gente piensa que la felicidad es la plenitud de tener una vida sin dificultades, y lo cierto es que esa persona es felizmente infeliz.
Ten claras tus posibilidades, ten claro quién eres, sólo así podrás ser feliz. Acéptate, conócete, y resuelve tus problemas en la medida que puedas.
Sólo eres feliz durante el proceso en el que estás solucionando un gran problema, y por cierto, cuando lo resolviste por completo. En ese momento te habrás superado y de ahí en adelante problemas menores no te deberían afectar tanto.
Eso sí, no te preocupes si no pudiste resolver el problema, de igual forma el camino en el que intentaste solucionarlo te hace una persona plena y feliz, lo más terrible habría sido dejar el problema de lado. Hiciste todo lo que pudiste y eso es lo que te tiene que tener tranquilo, eres feliz.
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